Fábrica Circular

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Los segundos cuentan
15.06.2021 Convocatoria Reinventing Cities CLESA

Fábrica Circular es una respuesta a la convocatoria Reinventing Cities para el enclave CLESA. Se plantea una estrategia de usos consolidada y avalada como resultado de configurar un ECOSISTEMA de instituciones, fundaciones, empresas, asociaciones y profesionales independientes. Este ecosistema es valioso por la trayectoria y profesionalidad de quienes lo integran pero sobre todo por la EMPATÍA generada.  

Somos los segundos. El resultado del concurso nos deja en un segundo puesto, rozando la victoria, sin embargo, tenemos motivos para pensar que este camino es acertado y hay que seguir trabajando por ese futuro plausible. Este resultado no hubiera sido posible sin todos y cada uno de vosotros. 

Fábrica Circular es un proyecto para la excelencia colectiva: la atrae y la promueve. Nos ha movido la convicción por plantear un modelo innovador de gestión público-privada, que siendo eficaz, garantizara el mayor retorno a la sociedad. Este INSTRUMENTO permite dar soporte a actividades y proyectos de menor rentabilidad, pero de alto interés para la sociedad. Perseguimos el desarrollo y no la dependencia, un desarrollo sostenible del tercer sector junto a programas culturales y ocio de calidad con actividades que son necesarias para garantizar el equilibrio y la diversidad de la comunidad, extensible a la ciudad.  

Las siguientes líneas se escriben para dejar constancia, en agradecimiento a todo el equipo, y también para poner en contexto a quienes ahora conocen este proyecto.  

En diciembre de 2019, a tres meses del confinamiento, se hizo público que la fábrica de la antigua central lechera Clesa en Madrid, proyecto y obra del arquitecto Alejandro de la Sota en 1958, se incluía en la convocatoria internacional Reinventing Cities 2020 para su rehabilitación y explotación mediante la cesión de uso, al tratarse de un bien inmueble que pasará a ser propiedad pública como compensación del desarrollo urbanístico lucrativo del resto de la parcela. 

Se llamaba a proponer soluciones innovadoras para un desarrollo sostenible, eficaces en su metabolismo energético, libre de emisiones de CO2 y resilientes, al ubicarse en entornos complejos como el enclave de Clesa. La fábrica fue declarada patrimonio industrial moderno en 2015 como reacción tras un intento fallido de demolición. Su deterioro ha sido progresivo desde que cesó la actividad fabril en 2011. Como indicaba la convocatoria “el objetivo es crear un equipamiento singular polivalente que pueda convertirse en un punto metropolitano de encuentro cultural y de innovación al norte de la capital, como alternativa a Matadero Madrid, resuelva las necesidades de espacio para cursos y conferencias del Hospital Universitario Ramón y Cajal y contribuya a la prestación de servicios a los residentes del distrito.”

Ramón y Cajal dijo que toda persona puede ser, si se lo propone, escultora de su propio cerebro”. Siendo conscientes de ello, del poder de conectar neuronas, junto al IRYCIS (Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria) se propuso no solo atender sus peticiones sino trabajar su desarrollo futuro, buscando alianzas que permitieran el co-desarrollo. Al conocer la idea, la Fundación Cultura en Vena no dudó en formar parte del ecosistema. “La cultura beneficia seriamente la salud”. Su experiencia, basada en evidencias científicas aportó un mayor entendimiento de lo que debía ser una parte importante del proyecto, orientándose hacia la humanización de la sanidad, la importancia de la prevención y optimización de tratamientos. Clesa como lugar de implementación y encuentro, en paralelo a la actividad habitual del IRYCIS cuyas instalaciones también se ubicaban en la fábrica.

El edificio es capaz de albergar casi cualquier uso, por lo que se estudió su capacidad máxima de generar dinamismo: actividad económica circular, dotación cultural y ocio de calidad. Se decidió instalar en las naves un espacio líquido de relación y colaboración fértil, un escenario neutro para la innovación, el co-desarrollo de proyectos público-privados contribuyendo a la evolución del tercer sector. El volumen de las antiguas oficinas se ocupa por fundaciones y actividad del tercer sector junto a startups, makers (artesanos y oficios) e industrias creativas. 

El espacio público exterior funciona como una tercera nave, un microclima para ser habitado que recuerda a los antiguos merenderos del Manzanares, en nuestro caso, con una alberca, acequias, huertos, árboles frutales y olivos de fondo. 

La regeneración de la fábrica y de sus barrios colindantes se plantearon como un proceso conjunto para su integración en el futuro desarrollo del norte de la ciudad de Madrid: el Distrito Madrid Nuevo Norte y la operación Clesa. Ante esta situación, la actividad de Fábrica Circular incluía estrategias integrales de regeneración urbana y de puesta en valor del patrimonio arquitectónico.

El esfuerzo invertido por todos los participantes no va a materializarse en el enclave CLESA, pero el interés suscitado por esta propuesta innovadora, augura la materialización de su propósito y ecosistema en otro lugar. Por eso, los segundos cuentan. Nosotros continuamos y os iremos informando.

#Codesarrollo
#Ecosistema
#Empatía

Gracias por vuestra confianza, trabajo y convicción. 

Equipo motor de Fábrica Circular

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